Suiza es un país centroeuropeo conocido, entre otras cosas, por sus impresionantes montañas de los Alpes, que ofrecen uno de los cazaderos más asombrosos del mundo. En él, se pueden cazar las dos especies de montaña más emblemáticas de Europa, el rebeco y el ibex alpino.
En materia de caza, las leyes suizas son tremendamente estrictas y pese a que la caza forma parte de sus costumbres, el acceso a cazadores extranjeros está totalmente restringido desde hace años. De esta manera, la caza para extranjeros sólo está permitida en un único cantón – como allí los llaman – situado al sur de los Alpes Suizos. Además, el número de permisos emitidos con categoría de “trofeo” tanto de rebeco como de ibex son muy limitados y resulta complicado obtener uno. Por ello, es conveniente que dichos permisos se tramiten como mínimo con 1 año de antelación.
El hecho de que las cuotas anuales sean tan restrictivas hace que las poblaciones, además de ser muy abundantes, ofrecen la posibilidad de dar con trofeos excepcionales.
La cacería está pensada para 2 días completos de caza, tiempo suficiente para cumplir con los objetivos siempre que el tiempo no sea un inconveniente. Para que eso no ocurra, siempre procuramos que la cacería tenga lugar no más tarde del 15-20 de noviembre, pues las fuertes nevadas típicas de la zona pueden limitar el acceso a la montaña.
La llegada hasta allí es relativamente sencilla. Basta con aterrizar en Ginebra, donde un representante de Camino Real Hunting Consultants estará esperando al cazador, alquilar un coche y trasladarse hasta la zona de caza, ubicada a 2 horas en coche. A partir de entonces, comienza la aventura.