Tal y como dijo una vez nuestro compatriota y Premio Weatherby Valentín de Madariaga, “si alguna vez me pierdo, id a buscarme a Rumania”. Con estas palabras, Valentín quiso enfatizar el destino tan extraordinario que era Rumania para cualquier cazador internacional. A pesar de que muchas cosas han cambiado desde que Valentín visitó por última vez este país, Rumanía continúa siendo un paraíso de la caza para muchos de nosotros.
No hace falta decir que Rumania cuenta con una variedad de fauna única en Europa con especies como el rebeco, venado, gamo, corzo, jabalí, lobo, lince y oso.
La mayor parte de las cacerías se hacen a rececho. En el caso del rebeco, éstos se cazan en el corazón de los Cárpatos a una altitud máxima de 2.500 metros, justo en el límite donde acaban árboles, siendo por tanto una cacería de media montaña. En las zonas más bajas abundan las coníferas y los bosques de roble y haya, donde cabe la remota posibilidad, de dar con el rebeco con el que todos soñamos. El rebeco carpático (rupicapra r. carpatica) es el mayor de todas las gamuzas y como ocurre con las demás especies, la mejor época para cazarlos coincide con la época de celo durante el mes de noviembre, momento en el que los machos más viejos se dejan ver más fácilmente. Es conveniente no ir más tarde del 20 de noviembre porque, aunque el acceso a la montaña no entraña demasiada dificultad técnica, el acceso a las cumbres se puede ver comprometido a causa de las fuertes nevadas a partir de esa fecha.
Aunque la temporada de los venados se extiende desde septiembre hasta mediados de diciembre, el gran interés es cazarlos en su máximo esplendor coincidiendo con la berrea. En los últimos años, con la subida de las temperaturas, resulta complicado determinar el momento exacto en el que da comienzo, aunque por regla general suele producirse entre el 22 de septiembre y el 10 de octubre. Normalmente, nuestro outfitter cuenta con un grupo de prescouting que nos avisan en el momento en el que la berrea empieza. La cacería se desarrolla en las estribaciones de los Cárpatos, donde todos los años conseguimos algún trofeo extraordinario de entre 11-12 kg. Es una cacería que, pese a lo que muchos piensan estando acostumbrados a los venados de otros sitios, entraña mucha dificultad y hay que armarse de paciencia. Lo auténtico del entorno, los venados de más de 200 kg y la bravura de la berrea convierte esta cacería en una de las más bonitas que se puede hacer en Rumania.
En lo relativo a los corzos, Rumania reúne unas condiciones de caza fantásticas, convirtiéndolo en uno de los destinos más populares entre los cazadores internacionales. Cerca de Arges, donde las densidades son elevadas, disponemos de varios cotos cuya superficie total es de aproximadamente 24.000 hectáreas. En esta zona concreta, la media de los trofeos se sitúa en torno a los 400 gramos y la concentración de animales hace que, en condiciones normales, un grupo de 2-3 cazadores pueda esperar cobrar entre 15-20 corzos sin demasiada complejidad.
Por último, las batidas de jabalí en Rumanía son muy populares entre los cazadores extranjeros. La posibilidad de cazar un cochino de más de 200 kg corriendo por un hayedo, hace que todos los años acudan un número importante de cazadores europeos. Normalmente, en un día de caza se organizan entre 3 y 5 batidas de 1”30’ horas aproximadamente en función del terreno que se esté cazando, parando a comer a medio día en mitad del campo. Por regla general se suelen utilizar pocos perros y un número considerable de batidores. Entre batidas, los cazadores suelen trasladarse en vehículos 4x4 o bien en carro de caballos, dándole si cabe, un aspecto mucho más tradicional. No siendo algo exacto, se suelen cobrar entre un 10% y un 15% de machos, entre los que siempre destaca algún trofeo excepcional. Los grupos se forman a partir de 5 cazadores, pero lo cierto es que siempre recomendamos un mínimo de 8-10 cazadores con el fin de cubrir bien las manchas. Acabado el día, los cazadores son trasladados al campamento de caza donde la camaradería y las historias del día son más que suficiente para amenizar una buena cena.
Sea cual sea la modalidad de caza que uno quiera hacer, contamos con la ayuda del mejor outfitter del país, que con un equipo impresionante de profesionales siempre ponen de su parte para que todo salga perfecto. Los resultados hablan por sí solos.