Situado en el corazón de la isla sur de Nueva Zelanda, los Alpes ofrecen uno de los sitios más espectaculares del mundo para cazar. Rodeado de paisajes únicos, en un alojamiento de primera categoría y una calidad de trofeos excepcional, hacen que cualquier cacería allí sea una experiencia inolvidable y casi obligada para cualquier cazador que esté dispuesto a superar las 22 horas de vuelo desde España.
Desde el aeropuerto de Queenstown, ciudad situada en la isla sur del país, hay aproximadamente 50 minutos de coche hasta el campamento, asentado a orillas del Río Clutha y a escasos 15 minutos de Wanaka. Se trata de un lugar privilegiado en el que además de caza, ofrece multitud de actividades paralelas, convirtiéndolo así en un destino fantástico para visitar con toda la familia. Entre las actividades más comunes destacan los paseos a caballo, golf, vuelos en helicóptero, pesca, catas de vino, esquí y el puénting, algo por lo que Nueva Zelanda es especialmente conocida. Además, las ciudades de Queenstown y Wanaca, que tienen muchísima vida durante el día, están ubicadas en un sitio idílico.
A través de nuestro outfitter, los cazadores tendrán acceso tanto a territorios privados como públicos, lo que nos permite cubrir todas las posibilidades y adaptarnos perfectamente a lo que los cazadores quieren. De esta manera, los cazadores siempre podrán optar entre intentar cazar animales representativos o aspirar a conseguir algún trofeo realmente excepcional.
A pesar de que todas las especies que habitan Nueva Zelanda fueron introducidas por los primeros colonos que llegaron allí, y por tanto, no son endémicas del país, éstas han sabido aclimatarse a lo largo de los años hasta convertirse en una parte fundamental de la naturaleza, llegando incluso a convertirse en un problema en algunos sitios. A día de hoy, Nueva Zelanda es conocida entre los cazadores por sus rebecos alpinos, el tahr del Himalaya y sus enormes venados.
En relación a la logística, a su llegada a Queenstown, los cazadores son recibidos por representantes de la compañía. El trámite de las armas allí es muy sencillo y basta con rellenar un formulario online para obtener el permiso de importación de rifle. En función de lo que uno prefiera y de los horarios de llegada, los cazadores podrán optar por ir directamente al campamento o pasar la noche en la ciudad descansando después de un viaje tan largo. La cacería no empezará hasta el día siguiente, dando tiempo así a que los cazadores se asienten un poco. Las zonas de caza están cerca del campamento principal y suele ser habitual hacer uso del helicóptero para trasladarse de un sitio a otro, facilitando enormemente el acceso a los puntos más altos. Acabada la jornada de caza, lo habitual es regresar al campamento para disfrutar de los vinos y la deliciosa comida de Nueva Zelanda en la que no suele faltar el pescado fresco o marisco. Sin embargo, para aquellos que lo deseen y que estén en buena condición física, siempre cabe la posibilidad de subir a pie y plantar las tiendas de campaña para pasar la noche fuera.
Nueva Zelanda no contempla una temporada de caza oficial, sin embargo, el mejor periodo para llevar a cabo una cacería de montaña coincide entre los meses de abril y julio, mientras que, para los venados, la mejor época es a finales de marzo y principios de abril, momento en el que la berrea está en pleno auge. Es importante tener en cuenta que los tiempos en Nueva Zelanda van al contrario del hemisferio norte.