Macedonia es un destino fantástico para cualquier cazador. La primera vez que fuimos a cazar allí fue en el año 1993 y desde entonces hemos ido personalmente o enviado cazadores prácticamente todos los años. A pesar de las posibilidades que ofrece Macedonia, únicamente nos centramos en dos de las cacerías que más cazadores internacionales atraen todos los años: el lobo y el rebeco.
La profesionalidad y seriedad de los dos outfitters con los que trabajamos desde hace más de 20 años, así como los éxitos cosechados son la mejor garantía para continuar enviando cazadores cada temporada. Además, la combinación de vuelos para llegar hasta allí hace que el viaje con armas sea muy cómodo.
La cacería de rebecos, que se lleva a cabo en una de las mejores reservas de caza del país, está programada para dos o tres días de caza en función de si se quieren cazar una o dos gamuzas. El territorio cuenta con una población muy abundante de rebecos de manera que, si el tiempo no lo impide, no suele haber problema en cumplir objetivos. La montaña en la que se desarrolla la cacería es relativamente sencilla. Con unas veredas bien marcadas y caminos que permiten subir en coche hasta media altura, hacen que el acceso a la montaña sea fácil. Los guías de caza conocen la montaña perfectamente y cazar con ellos es una auténtica delicia.
Las cacerías de lobos se realizan a pocos kms de la capital. Se cazan de aguardo en cebadero desde una caseta bastante cómoda, sin llegar a ser algo tan palaciego como las empleadas en Rumanía cuando aún estaba permitido cazar osos. El programa está pensado para 3 noches de caza y sin ser una cacería que esté garantizada, la tasa de éxito entre los meses de diciembre y febrero es elevada. Además, en esta época es cuando tienen mejor pelo.